viernes, 5 de octubre de 2012

JABÓN OTOÑAL

En los albores del verano recogí flores de saúco que dejé secar durante unos meses en un lugar fresco y seco (llámese almacén) y pronto va hacer un mes que las puse a macerar en aceite de almendras. Así que para estos meses de invierno tengo listo ya el oleato de flores de saúco. Del saúco puede aprovecharse casi todo, la corteza, las hojas, las bayas y las flores pero son estas últimas las que más propiedades beneficiosas para la piel presentan. Son antisépticas y bactericidas, antiinflamatorias, curan las imperfecciones de la piel, la calman y la refrescan. Otro de los frutos típicos de estos meses son las granadas. Que a parte de ser un estupendo fruto para amenizar ensaladas de escarola o macedonias es exquisita para la piel. La granada contiene taninos, aminoácidos esenciales, vitaminas A, C y E y minerales lo que la convierte en una gran aliada contra los signos del envejecimiento. Dioscórides ya comentaba allá por el año 50 o 60 d.C. "Dizese que qualquiera que comiere tres flores del granado, por pequeñas que sean, en alquel año no sentira ningun mal de ojos". Así es que de estas dos maravillas de la naturaleza resurgira un jabón otoñal para despertar los sentidos y curar todos los males. Conozco ya su nombre pero no su resultado. Cuando este listo os lo presento.
P.D. Los oleatos que aparecen en la fotografía, de izquierda a derecha, son de ortiga, saúco, hipérico, árnica y equisetum. Todos ellos esperando a ser convertidos en grandiosas y estimulantes pompas de jabón.

2 comentarios:

  1. Ya estoy deseando ver el jabón, promete!!!
    Besitos...

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  2. Hola Yohanka!!! Yo también tengo muchisimas ganas de ver el jabón... A ver si acaban de madurar las granadas un poquito más. Besos.

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